«Guerrillero perdido»

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«Guerrillero perdido»
Tú que te escondes entre maleza,
Tú que escupes nefastas balas,
De tu desesperanza y pobreza,
Creyéndote rey de la libertad,
Esperando liberar cadenas,
De ideales de ilegalidad,
Donde más que liberar aprietas,
El hambre el trabajo y la desigualdad,
Abrazas la muerte pequeña,
De seres que aún necesitan respirar,
Y de los mayores truncas,
El futuro de esperanzas por llegar,
Sumiendo a las familias en lágrimas,
Tú te crees dueño de la verdad,
Porque en la guerrilla dicen cosas,
Que son injustas y no son verdad,
De gentes desequilibradas,
Que siembran el odio en cajas,
Y se regocijan de su maldad,
Cuando ven a indefensos que lloran,
Se crecen impasibles sin conciencia,
Creyendo que su metralleta,
Extorsión secuestro y bombas,
Abrazarán un país para gobernar,
No creas hermano que van a tolerar,
Después de enterrar los que aman,
Ante ti y los tuyos se doblegarán,
Todos los días existe oportunidad,
Escapa desnudo de ideas sin armas,
Y escoge el camino del amor y la paz,
Siempre hay manos que te sostengan,
Perdonando te den oportunidad,
De integrarte en la tierra fecunda,
Sirviendo a la humanidad,
Pon las rodillas en las tumbas,
Deja una rosa como excusa,
Donde el llanto fue un mar,
Vive la vida cabeza alta sin volverla a bajar,
Con la conciencia limpia llenarás distancias,
Con diversas alas vuelve actuar.
Piensa que políticas con matanzas,
Nunca se gana al pueblo se le deja atrás,
Si quieres una patria unida,
Tú que crees en el amor fraternal,
Tú que luchas por cambiar justicias,
Empieza las balas a enterrar,
Si no crees en tu inteligencia,
Busca el estudio y comprenderás,
Que con amor se ganan batallas,
Con políticas de legalidad,
Aunque alguna norma no esté clara,
Siempre se pueden cambiar,
Sin derramar sangre ni lágrimas,
Poco a poco camina y en paz.
Entonces dormirás en la senda,
Sin que te torturen pesadillas,
Que no te dejan ahora descansar.
Dime que tus lágrimas fueron cascadas,
Volviendo sin querer la vista atrás,
Donde quedaron de cuatro paredes una,
Y una madre desgarrada sin hija,
Que la daba apacible de mamar,
Siente si fuera tu esposa o hermana.
A las que causaste tal desmán,
Eso sangra el alma no se puede remediar,
Ni siquiera quedaron las tierras,
Tan quemadas que no pueden germinar,
Consigues empobrecer a tu tierra,
Con arengas guerrilleras de maldad.
La sociedad unida alcanzará victorias,
Tu estás en desventaja y perderás,
Ningún éxito ni medalla te colgarán.
Te esperan horas amargar si no vas a cambiar,
Apuesta por la vida entrégate sin luchar.
Rompe la cremallera que encierra,
Los pilares de tu humanidad dalas suelta,
Yo se que te sobra entereza,
Y con ello cuento para la paz.

Mariluz Díez
Delegada cultural
Naciones Unidas De Las letras.
UNILETRAS. Santander – España

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  1. Reblogueó esto en Yo Mujery comentado:
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